El limite es el cielo
A fines de la década de 1950, el propietario de una pequeña cadena comercial de tipo general en el sur de Estados Unidos, se dio cuenta de que se le agotaba muy rápidamente el inventario de los aros de hula-hula. Esta manía se propagaba por todo el país con rapidez, y ni siquiera el fabricante podía suplir la demanda. -Lo lamentamos- le dijo el fabricante al dueño de los negocios-. Este producto se ha convertido en una manía nacional, y no podemos fabricarlo con la rapidez que usted necesita. Me temo que deberá esperar bastante para recibir más aros de hula-hula. El dueño podría haber dicho a sus gerentes que se disculparan con los clientes, y explicarles luego que el juego tan popular simplemente no estaba disponible. En vez de hacer eso, este señor ordenó algunos tubos plásticos y comenzó a fabricar sus propios aros, ¡con un asombroso ritmo de producción de tres mil por noche! Este ingenioso propietario con mucha iniciativa, trajo el mismo sentido de creatividad y una actitud d