LA BUSQUEDA DEL HORIZONTE
Cuenta una historia que un hombre y una mujer, fascinados por el deslumbrante paisaje de colorido y luz que brotaba ante sus ojos, decidieron ponerse a caminar en busca del horizonte. Andaban y andaban y, a medida que avanzaban, el horizonte se alejaba de ellos. Decidieron apresurar sus pasos, no detenerse ni un momento, desoír los gritos del cansancio, la sed y el hambre. Inútil, por mucho que aceleraron la marcha y multiplicaron sus esfuerzos, el horizonte seguía igualmente lejano, inalcanzable. Cansados y decepcionados, con los pies destrozados de tanto andar, y ante el vértigo de la sensación de haberse fatigado inútilmente, se dijeron derrotados: “¿Para qué nos sirve el horizonte si nunca lo vamos a alcanzar?” . Entonces, escucharon una voz del cielo que les decía: “Para que sigan caminando”. Las pruebas nos ayudan a crecer, a avanzar, a superarnos, a luchar, y nos llevan a descubrir fuerzas que no sabíamos que estaban dentro de nosotros mismos. Lo que nos pasa pon