HACER LO CORRECTO

Una tarde, un niño y su padre se encontraban pescando en un lago en las montañas y era el día previo para el comienzo de la temporada de róbalo, así que usaban gusanos de carnada para atrapar peces. El niño decidió practicar su lanzamiento usando un pequeño cabo plateado, al momento que el cebo cayó del agua, su vara se dobló por completo. El y su padre reconocieron al instante que algo enorme se había pegado al anzuelo. Cuando por fin logró subir al bote el pez más grande que había visto en toda su vida, una gigantesca luna había salido sobre el lago, sólo había un problema, el pez era un róbalo. El padre del niño le echó un vistazo a su reloj y vio que eran las 10:00 p.m., justo dos horas antes del comienzo oficial de la temporada de róbalo. Hijo, vas a tener que echarlo al agua – dijo el padre. El protestó diciendo: Pero nunca lograremos atrapar otro pez tan grande como éste. Miró a su alrededor y vio que nadie más estaba en el agua observando y que nadie sabría que había pescado el róbalo dos horas antes, pero por el tono de su padre, el sabía que no era un asunto que podía discutirse. Cuidadosamente quitó el anzuelo de la boca del pez y con mucha delicadeza lo regresó al agua. El niño estaba en lo cierto, nunca ha vuelto a pescar un róbalo tan grande, pero lo que si recuerda es la lección que su padre le enseñó aquella noche: Lo correcto hay que hacerlo no solo cuando alguien te  este mirando.
Debemos tratar de hacer las cosas bien… Generalmente actuamos respondiendo a los estándares de los demás y para impresionar a quienes nos rodean, sin darnos cuenta de que alguien mucho más grande e importante nos está observando: nuestro Padre Celestial y Él nos ama y siempre busca la manera de bendecirnos… Además de esto, todos debemos responder a nuestra conciencia. Nadie puede aliviar nuestras culpas, solo Dios y nosotros mismos, actuando de la manera apropiada. Nadie puede venir y aliviarnos de los reclamos que hace nuestro interior… Es por eso que debemos de tratar de manejar nuestros asuntos con amor, sólo eso nos garantiza la paz y la verdadera felicidad. ¡Que Dios te de un Feliz Día!                                                                  Any Aular

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