HONOR




El ambiente estaba Cargado de mucha tensión. Rosa Elliot llegó a la cuarta ronda del concurso nacional de ortografía en Washington. Se le había pedido a la pequeña de 11 años, de Carolina del Sur, que deletreara la palabra "admisión". Ella lo hizo con su suave acento sureño, pero los jueces no fueron capaces de determinar si había pronunciado una "o” o una "a". Debatieron entre sí por varios minutos mientras escuchaban las grabaciones. Sin embargo, la letra decisiva tenía su acento demasiado marcado como para descifrarla. Finalmente el jefe de los jueces le preguntó a la única persona que conocía la respuesta: a la misma Rosa. -Dime, ¿Era una letra "a" o una "o”?-. En ese momento, estando rodeada por jóvenes concursantes que murmuraban entre ellos, Rosa sabía cómo se deletreaba la palabra, y que lo había hecho mal. Tranquilamente, sin titubear, contestó que había pronunciado mal la palabra y se fue del escenario. Todo el auditorio se puso de pie y aplaudió, incluyendo unos cincuenta reporteros gráficos. El momento fue emocionante y lleno de orgullo para sus padres. Aun vencida era victoriosa. En efecto, con el pasar de los años, ¡se escribió más acerca de Rosa Elliot que sobre el "desconocido" ganador del concurso!
Se necesita de más valor para decir la verdad que para cualquier otra cosa. Todos, en este mundo, anhelamos ganar, triunfar, sobresalir, conquistar, alcanzar… Para surgir, también necesitamos,  plantearnos metas pues ellas aclaran nuestras mentes y nos ayudan a saber qué camino tomar. Hacer esto no es malo, es necesario. Pero, algunas veces, la competencia es tal, que no nos importa perjudicar a quienes tenemos alrededor. Es muy frecuente escuchar: ”todo se vale en el amor o en la guerra”. Y es que la sociedad nos ha enseñado a ser egoístas, a construir y conseguir lo que queremos a costa del bienestar de nuestro prójimo, incluso de las personas que están más cerca de nosotros… Cuán equivocados estamos… Nuestro mundo está necesitando, con urgencia, personas que estén dispuestas a marcar la diferencia dando un buen ejemplo, personas que actúen motivadas e inspiradas por el amor de Dios…  Nuestro verdadero reto reside en tratar de hacer de este mundo un lugar hermoso, en donde todos participemos y en donde todos, sin excepción, podamos ser felices. ¡Que Dios te de un Feliz Día!
Fundación Espacio para la Esperanza. Valores y Principios Necesarios para un Crecimiento Verdadero.

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