ANDANDO A PESAR DE...
Mi corazón estaba más cargado de lo que jamás pensé podría estarlo. Ahora estaba sentado en la sala de espera de la Unidad de Cuidados Intensivos y eran las 3 de la madrugada. Mi hijo se había visto involucrado en un accidente automovilístico y luchaba por su vida. Su hija, mi única nieta, trágicamente había perecido en el accidente. Mis pensamientos, temores y dolor no me dejaban conciliar el sueño. Mientras estaba sentado allí, preguntándole a Dios por qué, Él vino en mi auxilio a través de la persona que, después de lo que me contó, parecía estar en mayores dificultades que nosotros. Era un hombre que más tarde descubrí que había luchado contra un cáncer por 7 años, perdido a su esposa por esa misma enfermedad, y que tenía a su propio hijo en coma en la Unidad de Cuidados Intensivos. Sin embargo, este hombre se acercó a mi esposa y a mí, y nos preguntó si necesitábamos una sábana o almohada. El hospital en Fort Worth, Texas, le permitía a la gente literalmente “acampar” en la s