Así deje de fumar

Todos mis intentos por dejar de fumar habían fracasado. Por más esfuerzos que hiciera, siempre volvía a caer. Había visto a mi querida tía Bernie morir de cáncer en los pulmones, y sus últimas palabras fueron: "¡Por favor deja el cigarrillo, eso te va a matar!". Algún tiempo después, estaba fumándome un cigarrillo, mientras tomaba una caminata por el bosque, hacia mi pequeña cabaña en medio del bosque de la península de Bruce, alrededor de dos horas y media al norte de Toronto, Ontario, y pensaba, cuán difícil era dejar este terrible hábito. Hasta le había rogado a Dios innumerables veces. Después de la muerte de mi tía, juré parar, pero no lo logré. Aquella cabaña había sido uno de los lugares favoritos de mi tía Bernie, y, últimamente, me había ganado algo de dinero extra alquilándola a vacacionistas. Estaba allí aquel día pues por la tarde llegarían nuevos inquilinos, y estaba revisando todo. La cabaña no tiene electricidad, por lo que tenía que asegurarme...