La tormenta lo salvó
Estaba saliendo del trabajo, cuando las nubes que anunciaban una tormenta comenzaron a cubrir el cielo, tapando el sol por completo. En el momento en el que llegué a casa, comenzaron a caer las primeras gotas, muy grandes, hasta que de repente se volvió un torrente de agua cayendo del cielo. Los truenos empezaron a ser más continuos y la lluvia mucho más copiosa. EI viento sacudía con tanta fuerza las ventanas que estaba segura de que muchas líneas de alta tensión iban a caer en todas las partes de la ciudad, como solía suceder. Otro rayo rasgó el cielo. Me estremecí y pensé en mis hijos, mis dos hijos mayores. Sabía que uno de ellos estaba en su oficina del trabajo por ahora, pero ¿qué estaría pasando con el otro? Roger era un director de museo que trabajaba durante horas irregulares, sin horario fijo, y a menudo se quedaba hasta tarde. “Ojala llegara a casa antes del diluvio”, pensé. Otro rayo iluminó el cielo haciendo crecer mis temores. Comencé a pedir a Dios, que por favor ma