La gotita de agua
Este era un campesino que sólo tenía un pequeño campo
sembrado de maíz.
Trabajaba todo el día en él, arrancando la hierba y enderezando las matas. El
campesino estaba triste porque, por falta de agua, las plantas estaban marchitas
. Un día, mientras miraba al cielo con tristeza, desde una buena nube dos gotas
de agua observaban al campesino y una de ellas le dijo a la otra: -El campesino
está muy triste porque sus sembradíos se mueren de sed. Quiero hacerle algún
bien. -Sí - contestó la otra-, pero piensa que eres sólo una gota y no
conseguirás humedecer siquiera una mata de maíz. -Bien -replicó la primera-,
aunque soy pequeña haré lo que pueda. Y al decirlo se desprendió de la nube.
Aún no había llegado a la tierra, cuando otra gotita dijo:-Yo iré también.-Y
yo, y yo - gritaron muchas gotas. A poco, miles de gotitas caían sobre las
plantas de maíz en ruidoso aguacero.
Las plantas, agradecidas, se enderezaron enseguida y el campesino obtuvo una
cosecha abundante de maíz. Todo porque una pequeña gota de agua se decidió a
hacer lo que podía.
Tú y yo podemos marcar la diferencia en nuestro entorno. Toma la
iniciativa y comienza a regar los campos de quienes nos rodean con amor,
esperanza y consideración. Lancémonos desde la nube de nuestra comodidad y
colaboremos a eliminar la sequía de la tristeza y la desesperación de nuestro
prójimo. ¡Ánimo y Adelante! ¡Que Dios te de un Feliz Día! Any Aular
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