DI ORO POR HIERRO

En aquellos días en que se desato una cruenta guerra contra su reino, el rey  encontró que su nación estaba sumida en una profunda crisis económica, sus arcas estaban vacías y reinaba una gran frustración en el pueblo. El entendía que sería una ardua tarea  intentar reconstruirla. Sin embargo rehusó rendirse a sus enemigos. Después de pensarlo profundamente, pidió a todas las mujeres de su reino  que trajesen su oro y su plata para ser fundidos y utilizados en la adquisición de las cosas que tan desesperadamente necesitaba la nación. Al traer cada mujer sus joyas, se le daba un “adorno” de bronce o hierro como símbolo de gratitud del rey. En el adorno estaba grabado: “Di oro por hierro″. La respuesta fue abrumadora. ¡Las mujeres llegaron a valorarlo más que sus antiguas alhajas! Estos adornos eran la prueba de que se habían sacrificado por su rey, y a favor del  pueblo. Es más se volvió altamente fuera de moda usar alhajas en aquella nación, pero muy de moda usar aquel emblema. El significado de la vida no yace en la posesión de cosas, sino más bien de cómo usar esas cosas para dar a la vida su verdadero significado.
El secreto de nuestra felicidad está en darnos a los demás. Un corazón lleno de amor mueve cualquier montaña, rompe cualquier barrera, salva cualquier obstáculo y transforma la más cruenta realidad en un escenario lleno de esperanza. Si contamos los unos con los otros, entonces no habrá problema que se interponga a nuestra felicidad. Cuando ayudamos a los demás crecemos, nos transformamos y nuestro corazón se enriquece y se llena de bondad, generosidad y compañerismo. Recuerda que la vida está hecha para compartirla. Colabora y participa en el lugar donde estés: en donde vives, donde trabajas, donde estudias… Conviértete en buen samaritano. Todos tenemos algo que dar y algo que necesitamos recibir. Empieza ya y usa lo que tienes. ¡Que Dios te de un feliz Día!                                                 Any Aular

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