LA SANIDAD ESTA DENTRO DE TI

Cuando el duro invierno canadiense ha perdido su fuerza, el hielo que cubre las aguas del Río Nass se resquebraja, las truchas arco iris emprenden el recorrido anual río arriba, hacia el lugar donde nacieron para cumplir con el ritual del desove. Estos peces recorrerán más de 200 kilómetros río arriba hasta alcanzar los 3000 metros de altitud. Recorrerán todo el camino contra corriente sorteando obstáculos y depredadores casi sin alimentarse. El increíble esfuerzo hará que el animal vaya envejeciendo cada día a un ritmo muy acelerado. Las mandíbulas se deforman, la espina dorsal se curva, las branquias se agrietan y la calcificación de las arterias adquiere una dimensión sobrecogedora, prácticamente mortal. Al arribar al lugar de apareamiento las hembras expulsarán los huevos y se requerirán dos machos para fecundarlos ya que una sola hembra puede poner hasta 20.000 huevecillos. Finalizado esto las truchas arco iris no mueren, sino que son arrastradas por la corriente y emprenderán el camino de regreso al mar. El viaje de regreso es sencillo y sin esfuerzo, liberados del estrés por llegar a tiempo a la puesta, se dejarán llevar río abajo, deteniéndose a descansar y alimentándose adecuadamente. En este camino de regreso se produce el maravilloso milagro. Los animales van rejuveneciéndose kilómetro a kilómetro. Lo que más llama la atención de este cambio es la notable y veloz descalcificación de las arterias que desaparece por completo. La espina dorsal pierde la curvatura y la mandíbula toma su aspecto normal. Al llegar al mar son de nuevo ejemplares jóvenes y fuertes. La trucha arco iris podrá envejecer y volver a la juventud al menos cuatro veces a lo largo de su vida. Así, los seres humanos, sometidos al estrés, solemos presentar síntomas de envejecimiento prematuro.  La paz es lo único que importa. Tito Rodríguez. Director Instituto Argentino de Buceo.
Si tomáramos nuestra vida con una actitud de alegría y con nuestro cuerpo en el verdadero reposo, del que no acepta las preocupaciones como lo más importante sino que las sabe disipar con su fe, entonces nuestro cuerpo se rejuvenecerá como el águila… Volverá a tener fuerzas para emprender la batalla de cada día. Tomemos una actitud de abandono en la bondad de Dios y eso nos ayudará a seguir adelante. No desmayemos. Sigamos adelante reposando en el poder de Dios y descansando en su misericordia. ¡Que Dios te de un Feliz Día!                                Any  Aular

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