Un Milagro Después de la Tragedia
Esta historia se trata de la desgarradora experiencia de la familia Coble, que pone de manifiesto como la más grande de las tragedias puede transformarse en el mayor de los milagros de la vida en menos de 365 días. Chris y Lori Coble, eran los padres de tres hijos; Kyle, Emma y Katie. El 4 de mayo del 2007, Lori decidió acudir junto a su madre y los niños a un centro comercial para festejar el cumpleaños de Kyle. Cuando llegó el momento de partir, Lori acomodó a los niños, y empezó a conducir. Pero en la vía, un camión embistió al coche de la familia, convirtiendo la parte trasera del coche en un amasijo de hierros. Los miembros de la familia tuvieron que ser repartidos en tres hospitales distintos. Chris Coble estaba en el trabajo cuando recibió la terrible llamada. En cuanto llegó al hospital en el que estaba Lori, su mujer, le dijeron que Katie y Emma habían fallecido. Chris salió corriendo hacia el hospital en donde estaba su hijo Kyle, pero su cerebro no estaba recibiendo oxígeno y tuvieron que desconectarle de las máquinas. Dos días después les tocó enterrar a sus hijos. La quietud de su casa les atormentaba. Vivían encerrados. Recibieron mucho apoyo de los vecinos. Lori y Chris hicieron un pacto. Ninguno de los dos se suicidaría bajo ninguna circunstancia. Quedaba terminantemente prohibido dejar solo al otro. Tan sólo tres meses después del accidente decidieron tratar de tener más hijos, y a través de la fecundación in vitro, sólo hubo tres embriones viables, dos de sexo femenino y uno de sexo masculino. Justo como sus hijos fallecidos. Lo interpretaron como una señal y decidieron seguir adelante. Durante el embarazo los Coble experimentaban por un lado, la felicidad que estaba por venir, y por otro lado, el dolor por el duelo. El matrimonio Coble, tenían una profunda fe, y sabían que lo que estaba pasando era algún tipo de intervención divina sobre el embarazo de los trillizos. Los trillizos Coble nacieron casi exactamente un año después del trágico accidente: Ashley, Ellie y Jake. Después de la tragedia, los Coble se embarcaron en una campaña de seguridad vial y crearon la Fundación Coble Kids en honor a sus hijos fallecidos. Chris dice: “Los trillizos no han sustituido a nuestros hijos perdidos. Nos ha llevado años sobreponernos al dolor. Pero son tres bendiciones desde el cielo. Dios no deja solo a nadie.”
No importa cuán grande o devastadora sea tu tragedia, siempre habrá una esperanza para volver a empezar. Aunque todo parezca perdido, no te des por vencido. En ti y en cada uno de nosotros existe un poder que viene de Dios, que nos levanta, nos restaura y nos hace volver a la vida. Eres un luchador, y estamos aquí por un propósito divino que no entendemos. Recuerda que Dios bendice a quienes no se dan por vencidos. ¡Que Dios te de un Feliz Día! Any Aular
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