Cruce De Vidas
Era la víspera de
la Navidad del año 2002, y hacía frío en aquella zona rural de Ohio. Mary se
dirigía a su casa, en su camioneta, cuando de repente, se encontró detrás de un
auto que se había atascado justo sobre un cruce ferroviario; las ruedas
delanteras estaban atoradas entre los rieles. Una mujer mayor que sostenía a un
bebé, estaba parada y paralizada por el miedo. En eso, las luces de advertencia
empezaron a parpadear y las barreras a bajar. Mary vio al tren que se acercaba.
Le grité y le dije que se hiciera a un lado, refiere, pero estaba en shock.
Entonces bajó de la camioneta y corrió hacia la mujer. Al acercarse se percató
de que había otro bebé dentro del auto asegurado en su asiento para bebé. El niño
me miró a los ojos, y el corazón se me detuvo. Con gran desesperación trató de
sacar a la criatura, pero no pudo. Las luces del tren estaban casi sobre mí,
continúa. Se esforzó, pero no pudo: el tren embistió el carro y lo arrastró en
medio de un estridente ruido, hasta que por fin se detuvo. El conductor corrió
hacia el vehículo con una lámpara. Mary llamó a emergencias y junto al maquinista
corrió hacia el carro. Sólo era un montón de chatarra, era imposible que alguien
hubiera sobrevivido. De pronto escucharon un llanto, y para sorpresa de ambos
se dieron cuenta de que el bebé había salido disparado a través de una
ventanilla rota. El pequeñito estaba vivo. Poco después los bomberos
trasladaron a la señora y a los niños al Hospital. A todos les dieron de alta pero
ese milagro les hizo entender mejor el
verdadero significado de la Navidad.
Todos amamos la Navidad, porque es un tiempo hermoso y lleno de gratos
momentos. Esta historia nos dice que si existen los milagros y que necesitamos
de ellos para salir adelante… Es cierto que somos seres humanos llenos de
talentos y dones, pero nuestro espíritu necesita saber que sobre todos nosotros
existe un Dios que tiene el control de nuestras vidas y que nos cuida. No estamos
solos. Nuestro Padre Celestial cuida nuestros pasos. No tengamos temor, porque
aunque el enorme tren de nuestras circunstancias amenace con destruir nuestro
pequeño carro lleno de planes y sueños, siempre habrá una mano Divina que
salvará ese hermoso bebé de nuestros anhelos. No tengamos temor del estruendo
del ferrocarril que nos dice que no podemos, saldremos adelante. ¡Feliz
Navidad! ¡Que Dios te de un Feliz Día!
Any Aular
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