LUCES DE ALEGRIA
Una mañana de diciembre, Bill Mc-Donald, alcalde de Versailles, leyó en el diario que un hombre de la ciudad, Joe Day, padecía cáncer de pulmón. Eso significaba que Day no podría montar el fabuloso espectáculo artesanal de luces de Navidad que había hecho de su casa en Versailles, Indiana, Estados Unidos, un sitio de peregrinación navideña anual para más de 95.000 personas.“No sería Navidad sin las luces de Joe, alguien tiene que ayudar a este hombre”, determinó McDonald. Day había decidido hacer esto, 33 Navidades atrás, a causa de un nietecito. Cada año, Day adornaba su casa y con el paso de los años, le agregaba algo más. Con el tiempo, miles de luces y figuras llenaron el jardín y se extendieron hasta la casa de su hermana, que vivía al lado. Luego llegó diciembre de 2009 y el cáncer de Day, detectado en marzo, se había propagado Después de las sesiones de quimioterapia y los tratamientos de radiación, estaba demasiado cansando y abatido como para festejar la Navidad. Ha