EL LIMPIA PARABRISAS
Eran cerca de las once de la noche y me detuve en el
semáforo. Una persona caminó hacia el vehículo e inmediatamente puse el seguro.
Era un joven con el rostro sucio que blandía en su mano derecha un trapo
pretendiendo limpiar el parabrisas. Dije que no sin mucho entusiasmo. El
insistió y me incomodé y baje el vidrio de mi ventana y dije al joven que no
-“ese trapo no sirve para eso”- dije-“me vas a ensuciar el vidrio”. Él bajo su
cabeza y guardó silencio. La actitud humilde del joven me impactó. Me sentí
incómodo y para tratar de suavizar la situación entonces le di una propina de
todas maneras y él me lo agradeció. El incidente se me olvidó. Pasó el tiempo y
una noche, en el mismo semáforo, un joven con el cabello al viento y con una
sonrisa contagiosa se me acercó alegremente y me preguntó: -“¿Ahora si me deja
limpiarle el vidrio señor?”-. El joven lucía radiante. Me quedé pensando por
unos instantes, hasta que logré reconocerlo. Era el mismo joven de aquel
incidente. Ahora estaba limpio y blandía en su mano derecha un cepillo con el
que limpian vidrios. -“Mire señor- agregó el joven- ahorré y me compré mi
cepillo limpiador. Ahora me va muy bien”-. Quedé sorprendido. –“Claro que puedes
limpiarme el vidrio”- respondí-. El joven de forma eficiente así lo hizo. Le
pagué por sus servicios y el agradeció gentilmente. Aprendí una lección. Ese
joven no tenía recursos ni esperanzas. Pero la necesidad y la voluntad de salir
adelante bastaron para asirse de una posibilidad: Se esforzó y lo logró, y su
actitud me enseñó.
Una actitud optimista y una voluntad firme, junto a la
fuerte determinación de lograr algo, son factores que marcan nuestras vidas y
nos ayudan a triunfar, a ser vencedores. No importa cuál sea el reto que se nos
presente, lo que importa es cuán dispuestos estemos de luchar para conseguirlo.
No perdamos el ánimo. Recuerda que, si algo se nos dificulta, no debemos darnos
por vencidos. Con las dificultades Dios te está diciendo que cambies tus
tácticas, que pruebes algo diferente, que permanezcas abierto al consejo, a las
nuevas ideas. Tratemos de ser lo suficientemente humildes como para reconocer
que debemos mejorar. Cambia el pañito sucio, pero no dejes de limpiar
los vidrios. ¡Que Dios te de un Feliz
Día! Any Aular
diarioelcallao.net/himno-nacional-mexicano/ A partir del año 1854 empezaron a utilizarlos y entonarlo aunque no fue sino hasta el año de 1943 que lo proclamaron como Himno Nacional de Méxicopor el presidente de ese momento llamado Manuel Ávila Camacho
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