Alberto conducía de regreso a casa, después de ir a recoger a su hija en la Universidad.-Papá, tengo una pregunta que hacerte-. -Me siento muy triste, porque cuando creo que encuentro el amor, éste se va. Y mi corazón está dolido. Se cierran mis heridas y las vuelven a abrir ¿Se puede ser feliz sin amor? A veces creo que el amor no existe. -Te voy a hacer una pregunta Lisa… ¿Conoces a alguien que no tenga pareja y sea feliz? -Si, mi tía Carla nunca se casó, pero es muy feliz, ayudando a otras personas en obras de caridad. Tiene mucha energía y entusiasmo por la vida. -Lisa… ¿Conoces a alguien que tenga pareja y sea infeliz? -¡Muchos! Creo que la mayoría de mis tíos casados no son felices. -Pero tú y mi mamá se aman y sé que ustedes si son felices. -Interesante observación Lisa-.- Cuando conocí a tu madre, ella ya era feliz. De hecho, me atrajo mucho el brillo de su mirada y su sonrisa tan encantadora. Su felicidad fue la que me atrapó. Aparte de su belleza –sonrió Alberto. Quiero que esto te quede claro hija mía: cuando enfocas tu felicidad con tanta desesperación en algo, en este caso encontrar a una pareja, es la forma más segura de no tenerla y ser infeliz, ¿por qué? Porque tu mente siempre está en el futuro y no en el presente. ¿Postergarás tu felicidad hasta que encuentres el amor? Vas a tener una mirada triste y no vas a sonreír, y una persona así no atrae a las personas, las aleja. Cada persona debe evaluarse y con lo que vive atreverse a ser feliz, entonces resultará atractiva.-Tu pareja debe ser un complemento de tu vida activa y feliz–continuó Alberto. Sólo se apoyarán e impulsarán el uno al otro. Nunca debes depender de él para ser feliz. Debes tomar la decisión de ser feliz, con el amor de una pareja, o sin él. Y al tomar esa decisión, te dedicarás a ser feliz HOY. Y al hacerlo, sin querer, aumentarás las posibilidades de que alguien se enamore de ti. Porque serás feliz. Tanto a hombres como mujeres, alguien feliz nos gusta mucho.
Debes tomar la decisión de ser feliz ahora, con lo que vives y con quienes te rodean, y no esperar la llegada de algo o de alguien para serlo. Porque nuestras vidas no fueron trazadas bajo el mismo patrón, todos somos diferentes, y todos vivimos cada acontecimiento en momentos y épocas distintas. Nuestro mayor error consiste en compararnos, y esperar que nos suceda lo mismo que les está pasando, incluso, a nuestros hermanos, al mismo tiempo que ellos lo están experimentando. Pensar así nos lleva a la inconformidad y a la autocompasión. Tu felicidad es responsabilidad tuya únicamente, y de nadie más. Eres único y tu vida es única, vívela con intensidad y alegría y todo lo que necesites llegará a ti a su hora. ¡Que Dios te de un Feliz Día! Any Aular
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