EL MAPA DEL PARAISO

En una pequeña ciudad de Turquía vivía Jackey, un hombre insatisfecho con la ciudad donde vivía, insatisfecho con su casa, insatisfecho con su familia y con su trabajo. Quería huir de tanta insatisfacción. Cierto día encontró por el rio, un mapa desteñido y arrugado. Al abrirlo, descubrió las indicaciones para llegar hasta el paraíso. El mapa situaba el paraíso en el norte y el hombre insatisfecho no se lo pensó dos veces, deseaba con todas sus fuerzas huir, era su oportunidad y no la desaprovechó. Jackey, tomó rumbo al paraíso y dejó atrás su ciudad, su hogar y su familia. Camino todo el día, incluso atravesó la frontera de su país. Al llegar la noche, cansado, se acostó y para no perder la dirección que le llevaba hacía el paraíso puso sus zapatos en dirección al norte para acordarse al día siguiente por dónde tenía que seguir caminando. Cuando el hombre dormía a pierna suelta, un fuerte viento le cambio los zapatos hacia la dirección contraria. Ahora ya no apuntaban hacia el Norte sino al Sur. Al despertar el hombre y sin darse cuenta del cambio, continuó caminado sobre sus propias pisadas, rumbo a la ciudad desde donde había partido. Una vez allí Jackey comentaba: Esta ciudad se parece a mi ciudad, pero esta es la ciudad del paraíso, no es una ciudad cualquiera, es maravillosa y la siento maravillosa. Caminando llego a su casa y dijo: Esta casa es igual que mi casa, pero esta casa es la casa del paraíso, es mucho mejor y se puede disfrutar en su totalidad, la siento maravillosa. En la casa se encontró a su mujer y a sus dos hijos, se acercó, los abrazó y pensó: Son iguales a mi mujer y a mis dos hijos pero son la familia que tengo en el paraíso, son mucho más cariñosos y son maravillosos. Me gusta mucho más esto que todo lo que tenía antes. Cuenta la leyenda que aquel hombre fue mucho más feliz desde entonces, no porque estaba en el paraíso, sino porque así él lo creía.
No podemos cambiar las circunstancias, pero si nuestra actitud ante ellas. Si tú cambias, ellas cambian. No busques más excusas para no ser feliz. No pospongas más tu felicidad. Tan sólo cambia de actitud y todo a tu alrededor florecerá. No busques fuera de ti la solución a tus pesares, el secreto está dentro de ti, en cambiar la forma en que miras las cosas y todo lo que te sucede. El Paraíso está más cerca de lo que piensas, allí, en tu ciudad, en tu casa, al lado de quienes te aman. Hoy es el día, empieza a disfrutar de todo lo que tienes. ¡Que Dios te de un Feliz Día!      Any Aular

Comentarios

Entradas populares de este blog

LA NIÑA, LA PIEDRA Y EL CABALLO

EL NIÑO DE LAS MIL COSQUILLAS

La niña, la piedra y el caballo