El Imparable

Juan José Méndez Fernández, es un ciclista catalán muy admirado a nivel mundial. Nació el 27 de marzo de 1964 en Barcelona. Un accidente en su moto, le ocasionó la amputación del brazo y la pierna izquierda. Lejos de desanimarse, este hombre se ha mantenido arriba, y desde entonces,  no ha dejado de sorprendernos ni en lo deportivo ni en lo humano. El mismo Juan dice lo siguiente en una entrevista: "Días después de la cirugía, cuando me di cuenta de que me faltaban mi brazo y mi pierna del lado izquierdo, recuerdo que pensé: ´Todavía tengo mi cerebro, y es el órgano más importante, así que me ocuparé de mantenerlo bien, con pensamientos positivos, y nada me detendrá´,". Con la ayuda de Sisquillo, uno de los mejores mecánicos de bicicletas, volvió a practicar ciclismo, consiguiendo  la medalla de oro contra cronómetro en el Campeonato del Mundo de ciclismo paralímpico en carretera disputado en la ciudad canadiense de Baie-Comeau, consiguiendo mejorar de esta forma su tercera posición en Dinamarca en 2011. Ha participado en tres ediciones de los Juegos Paralímpicos (Atenas 2004, Pekín 2008 y Londres 2012) donde consiguió dos platas y un bronce. A los 50 años, sus triunfos, son la recompensa a más de 30 años de entrenamientos. Este hombre es un ejemplo de lo que se puede llegar a conseguir con tesón, esfuerzo y buen humor. El disfruta ayudando a los demás a superar las barreras mentales y físicas que les impiden vivir plenamente, especialmente a aquellos que han pasado por experiencias similares a las suyas. Juanjo es el protagonista del documental "Imparables" junto a Raquel Acinas, otra atleta paralímpica. Aquí se relatan las historias de estos ciclistas y del resto de integrantes del club, en el que entrenan, bajo la dirección de Bernat Moreno, en el Velódromo de Horta de Barcelona.
No existen límites para aquel que cree que todo es posible. La verdadera discapacidad está en nuestras mentes, no en nuestros cuerpos. Así que empecemos desde ahora a trabajar en nuestros pensamientos y corazones, fomentando dentro de nosotros la fe y la esperanza. Dejemos a un lado el pasado, porque ya no existe; olvidemos los malos encuentros y alejémonos del rencor, porque esto sólo nos hunde como seres humanos; tampoco dejemos que el temor a un futuro que no conocemos nos paralice. Vivamos el hoy y el ahora de la mejor manera, y no dejaremos de ser felices. Y recuerda que todo es posible para aquel que cree. ¡Que Dios te de un Feliz Día!         Any Aular

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