El Jarrón De Porcelana
Cierto día, un profesor entró al aula dispuesto a dar una
clase especial. Sus alumnos, asombrados, lo veían sacar de una bolsa unos
cuantos objetos. Les dijo:
-En la vida se van a encontrar con muchas situaciones para resolver. Hoy vamos a resolver un problema. Y dicho esto colocó una hermosa mesita en el centro de la clase, y encima colocó un jarrón de porcelana muy caro donde puso una rosa amarilla de extraordinaria belleza, y dijo así: "¡Aquí está el problema! ¡Resuélvanlo!”.
-En la vida se van a encontrar con muchas situaciones para resolver. Hoy vamos a resolver un problema. Y dicho esto colocó una hermosa mesita en el centro de la clase, y encima colocó un jarrón de porcelana muy caro donde puso una rosa amarilla de extraordinaria belleza, y dijo así: "¡Aquí está el problema! ¡Resuélvanlo!”.
Todos se quedaron perplejos mirando aquella escena: un
jarrón de extremo valor y belleza y una maravillosa flor. ¿Qué representaría?
¿Qué hacer? ¿Cuál era el enigma? ¿Cómo que eso era un problema? De pronto, uno
de los discípulos, ante la mirada atónita de sus compañeros, tomó el jarrón
entre sus manos, lo levantó, y lo estrelló sin dudar contra el suelo. Hecho
esto, volvió a su lugar.
-¡Por fin alguien entendió! -exclamó el profesor.
Empezaba a dudar de la formación que les estuve dando. Luego explicó:
-Yo fui bien claro, dije que ustedes estaban delante de
un "problema". No importa cuán bello y fascinante sea un problema,
tiene que ser eliminado, terminado, concluido.
Puede ser una mujer sensacional, o un hombre maravilloso
o un gran amor que se acabó, por más lindo que sea o haya sido, si no tiene más
sentido para tu vida, tiene que ser suprimido porque corres el riesgo de
permanecer con él por el resto de tu vida. Muchas personas cargan la vida
entera el peso de cosas que fueron importantes en el pasado, y que hoy
solamente ocupan un espacio inútil en sus corazones y sus mentes, espacio que
es indispensable para recrear la vida, sobre todo si el problema es algún
sentimiento de rencor o reproche, que aunque en algún momento te haya hecho
mucho daño, eso solo forma parte del pasado. Sólo existe una manera de lidiar
con un problema, y es enfrentándolo. No se puede tener piedad, ni ser tentado
por el lado fascinante que cualquier conflicto acarrea consigo. No tiene caso
tratar de "acomodarlo" y darle vueltas, si al fin y al cabo ya no es
otra cosa más que "un problema".
Déjalo, hazlo a un lado y continúa tu misión. No huyas de
él... No lo escondas... Pues las dificultades que eludimos, serán al final
fantasmas que nos quitaran el sueño. No debes dudar, solo siéntate un momento y
piensa que es lo que te carga, te incomoda, o te impide avanzar y ¡Acaba con
él!
A lo largo de nuestras vidas nos vamos a enfrentar a
situaciones buenas y a situaciones dolorosas. Lo más importante de todo es que
entendamos que lo que suceda depende de la actitud que tomemos ante lo que nos
esté pasando. Debemos estar atentos, ya que lo que no traiga un enriquecimiento
a nuestras vidas debe ser eliminado, rechazado, puesto a un lado. Necesitamos ser
fuertes para hacer frente a los problemas, para avanzar a pesar de todo, para
dejar atrás lo que nos hunde, lo que no nos favorece y emprender un nuevo
camino. Decidámonos a empezar de nuevo, apartando lo negativo y caminemos sin
temor, decididos a triunfar. ¡Que Dios te de un Feliz Día! Any Aular
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