Regalemos gestos de bondad
"Sé
tu la razón por la cual muchos crean en la bondad de la
gente otra vez", así decía un cartel frente a una librería local que
visitó Katie Allen hace poco. Sonríe sinceramente a los demás; pregunta cómo
están. Sostén una puerta para que otro pase. Envía una tarjeta a alguien en
necesidad o que incluso, no lo esté. Corta o compra algunas flores para un
vecino. Haz trabajo voluntario de vez en
cuando. Algunos de estos actos toman más tiempo que otros, pero el gesto tiene
efectos positivos y de gran impacto en la vida de quienes nos rodean. Hace unos
meses, esta chica cuenta que recibió un mensaje de correo de voz de una muy
buena amiga con quién estudio en la escuela secundaria, pero a quién tenía años
sin ver. “Ella y yo no nos vemos mucho, pero valoramos profundamente nuestra
amistad”, dice Katie. “Su mensaje era simple, sencillo, directo. Acababa de
regresar de la iglesia y había pensado en mí y nuestra amistad y simplemente
quería hacerme saber cuánto la valoraba con un corto mensaje lleno de amor. Me
sentí sobrecogida. Y su gesto me animó a alejarme de mi rutina, de todos mis
asuntos pendientes por un momento, para mostrar un poquito de amor hacia
alguien más en ese momento”. En nuestra vida cotidiana, es muy común encontrar
a quienes nos hacen dudar de que todavía exista bondad en las personas. En
especial, en tiempos como los que estamos viviendo. Como cuando una vez a
alguien, que estaba cuatro personas delante de mí en línea para pagar en el
supermercado, se le cayeron cartera, papeles y el sencillo, regándose por todo
el suelo. Ninguno de los que estaban cerca se inclinó para ayudarla. Todos tan
sólo dieron una rápida mirada, y volvieron a teclear en sus teléfonos
celulares. O cuando alguien deja un carrito de compras en medio de un lugar de
estacionamiento en el supermercado. Esto nos parece desconsiderado, pero no
quiere decir que tengamos que hacer lo mismo. No dejemos que la apatía, el
egoísmo, y el pensar solo en nosotros mismos, nos aleje de lo que nos hace
humanos. Es tan simple, rápido y significativo ofrecer incluso un rayo de
bondad siempre que sea posible. ¿Entonces por qué no hacerlo? Pues sólo así
contribuiremos, a que alguien en nuestro entorno crea en la bondad de la gente,
otra vez. Hellen Keller dijo: “Es mejor encender una vela que maldecir la
oscuridad”. Avoquémonos a ser parte de la solución, y no del problema. El mundo
está sediento de estos pequeños gestos, que son como un oasis, en medio del
desierto de la indiferencia. Hagamos algo bueno por alguien hoy, y estaremos
encendiendo una luz. ¡Que Dios te de un Feliz Día! Any Aular
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