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Mostrando entradas de febrero, 2014

ANDANDO A PESAR DE...

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Mi corazón estaba más cargado de lo que jamás pensé podría estarlo. Ahora estaba sentado en la sala de espera de la Unidad de Cuidados Intensivos y eran las 3 de la madrugada. Mi hijo se había visto involucrado en un accidente automovilístico y luchaba por su vida. Su hija, mi única nieta, trágicamente había perecido en el accidente. Mis pensamientos, temores y dolor no me dejaban conciliar el sueño. Mientras estaba sentado allí, preguntándole a Dios por qué, Él vino en mi auxilio a través de la persona que, después de lo que me contó,  parecía estar en mayores dificultades que nosotros. Era un hombre que más tarde descubrí que había luchado contra un cáncer por 7 años, perdido a su esposa por esa misma enfermedad, y que tenía a su propio hijo en coma en la Unidad de Cuidados Intensivos. Sin embargo, este hombre se acercó a mi esposa y a mí, y nos preguntó si necesitábamos una sábana o almohada. El hospital en Fort Worth, Texas, le permitía a la gente literalmente “acampar” en la s

LO MEJOR AÚN VIENE

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John Erskine fue uno de los hombres más versátiles y mejores educados de su época, un verdadero ¨hombre del Renacimiento¨. Fue educador, considerado uno de los mayores maestros que jamás haya tenido la Universidad de Columbia. Era concertista de piano, autor de sesenta libros, estaba al frente de la Escuela de Música Julliard, y era un popular conferencista lleno de ingenio. Poseía también un contagioso entusiasmo por aprender. Los estudiantes concurrían a las clases de Erskine no por su fama o consumada carrera, sino por lo que él creía de ellos. Erskine poseía la firme creencia  de que el mundo no le pertenecía a él, sino a sus alumnos. Les decía frecuentemente: ¨Los mejores libros aún no se han escrito. Las mejores pinturas aún no se han pintado... ¡Lo mejor aún debe ser hecho por ustedes!¨. Fue su entusiasmo por la vida y su optimismo por el mañana los que se convirtieron en su mayor atributo y herencia. No nos demos por vencidos, porque el mundo nos necesita. Tú y yo somos la

Momentos Felices

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Durante varios meses una familia planeó unas vacaciones. Se proponían hacer un viaje por carretera, a la costa oeste de los Estados Unidos. A última hora, el padre no pudo ir por responsabilidades de trabajo. La madre insistió en que ella era capaz de manejar, así que ella y los niños se fueron. Este hombre había planeado la ruta, y arregló dónde debían parar cada noche. El caso fue que logró terminar con su trabajo en dos semanas; mucho antes de lo que pensaba. Decidido a darles una sorpresa y sin avisarle a su familia, tomó un avión hacia la costa oeste. Luego, una vez allí, subió a un taxi y le pidió al conductor que lo dejara en un determinado lugar de la carretera, por el cual según sus cálculos su familia debería pasar ese día. Cuando vio el auto de su familia, levantó su pulgar como alguien que pide una cola. Su esposa, no lo reconoció y siguió de largo. Pero a los pocos segundos, uno de los niños exclamó: ¡Mamá, ese era papá! Ella se detuvo bruscamente, regresó al lugar dond

La Verdadera Riqueza

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Había una mujer de buena posición económica y muy rica, que había crecido en medio de la opulencia y la buena vida y aún así, se sentía triste todo el tiempo. Tenía todo lo que una persona pueda desear, excepto felicidad y alegría. Un día se dijo a si misma: "Estoy cansada de la vida, ya no aguanto este vacío. Me voy a ir al río y voy a acabar con esto". Mientras caminaba sola, sintió una pequeña mano tirando de su falda. Miró hacia abajo y vio a un niño pequeño, frágil y muy hambriento que le imploraba: Nosotros somos seis. ¡Nos estamos muriendo de hambre! La mujer pensó: "¿Por qué no ayudar a esta familia? Tengo la manera, y mis riquezas ya no van a tener más uso cuando yo muera. Siguió al pequeño y llegó al hogar de estas personas. Impactada por la miseria en que vivía esta familia, fue y les  compró alimentos, además de medicinas y otras cosas necesarias. La familia se llenó de alegría y gratitud. Identificándose aun más con sus necesidades, la  mujer dijo: ¡Yo v