LA ORACION PERFECTA
Al final de su
jornada de trabajo y muy contento, regresaba un campesino a su casa en su
carreta, de repente y mientras disfrutaba del paisaje se salió una rueda. No
había terminado de reparar la carreta cuando se dio cuenta que había llegado la
hora de hacer sus oraciones. Para su sorpresa, descubrió, que había dejado
olvidado en su casa, el libro de oraciones y, como no las recordaba, decidió
hablar con Dios del siguiente modo: -“ Señor, como no traje el libro de
oraciones, voy a recitar varias veces el alfabeto y tú, forma con esas letras,
las palabras que más te gusten, que sean más de tu agrado; palabras que expresen
la oración más hermosa y perfecta, la cual yo sería incapaz de decirte porque
ignoro cuál sea tu voluntad”-. Cuando el campesino concluyó, el Señor dijo a uno
de sus ángeles que lo acompañaban: -“Voy a bendecir a ese hombre pues, de todas
las oraciones que he escuchado hoy, ésta ha sido sin duda la mejor, pues ha
brotado de un corazón humilde, sencillo y
sincero”-.
Dios nos plantea, a través de nuestra realidad, lo
que más nos conviene, el camino a nuestra felicidad. Así que no te quejes por lo
que te ha tocado vivir, tan sólo esfuérzate por encontrar tu bendición en medio
de tu prueba. En Dios nuestras posibilidades de triunfar son infinitas. Sólo en
las manos del Padre Celestial, nuestra vida cobra sentido. Entrégale a Él el
alfabeto de tu vida, de tus anhelos, sueños, planes y deseos, y Él
escribirá para ti un camino hermoso y prometedor. Deja que Él
escoja las palabras más convenientes, y tu vida se convertirá en
un poema, que deslumbrará y transformará positivamente, con cada
letra, tu vida y la de los que te rodean. ¡Que Dios te de un Feliz
Día! Any Aular
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