Una Sonrisa En El Cielo

Cuando era niña, mi familia vivía en una casa de techo plano, por lo que mis hermanos y yo, acostumbrábamos a subirnos a él, y acostados, mirar las nubes y buscar a que se parecía cada una. Aún después de crecer y casarme, para mí el cielo siempre siguió siendo el lugar, donde a mi parecer, leía las cartas de Dios. No importa que pasara, siempre encontraba a Dios allí. Mi esposo Al, siempre bromeaba con eso. Cuando cumplí 76 años, aun estaba trabajando, cosa que nunca imaginé. Pero para ese momento, mi esposo ya llevaba 20 años de lucha contra el cáncer de próstata, y ya se encontraba muy cansado y deprimido. Así que tuve que tomar la difícil decisión de dejar mi trabajo, para tratar de pasar todo el tiempo posible con él, aún cuando eso significara dejar de percibir el ingreso extra tan necesario. El día que renuncié iba manejando de regreso a casa, preguntando a Dios una y otra vez si había tomado la decisión correcta. Recuerdo que el cielo estaba muy oscuro, como cuando se aproxima una tormenta. Al pararme en el semáforo, un gran rayo de sol golpeó en mi ventanilla, la abrí, y mire asombrada una gran sonrisa dibujada en medio de la oscuridad. Recuerdo que pensé: "Solo faltan los ojos y la nariz", y casi inmediatamente después, los rayos y las nubes dibujaron una enorme cara sonriente. Mis lágrimas empezaron a correr por mis mejillas, Dios me estaba hablando muy claramente, diciéndome que todo estaba bien y que el aprobaba mi decisión. Esos rayos iluminaron mi alma, y disiparon la oscuridad de mis dudas. Al murió meses después, y yo puedo decir que a pesar de la tristeza que esto me causa, mi alma esta en completa paz, porque hice todo lo que tenía que hacer, y pude compartir con el todo el tiempo restante. Verdaderamente Dios nos habla, si tan solo le damos el chance de hacerlo.
El secreto de la felicidad se resume en cuantas veces nos detenemos a tratar de escuchar a Dios. ¿Sabías que Dios tiene algo que decir acerca de cada paso que das? ¿Sabías que Él se place en hacernos felices? Dios nos hizo y tiene en sus manos el plano que trazó para asegurar nuestro triunfo aquí en la tierra. Si tan solo pudiéramos susurrar cada día:"¿Padre, y tú que dices?". Preguntemos y Él responderá, Él usará todo lo que nos rodea para indicarnos el camino. Acerquémonos a Dios y la luz de su sabiduría disipará las tinieblas de la duda, y nada nos podrá vencer. ¡Que Dios te de un Feliz Día!      Any Aular

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