La Unidad Da Resultado

En el pequeño pueblo de Ayer en Massachusetts, donde  vivían Betty Anne y Kenny Waters, una mujer apareció apuñalada en su casa. La policía interrogó a varios sospechosos, recaudó pruebas, pero no encontró nada concluyente. Entre las personas que pasaron por la comisaría estaba Kenny. En su historial había un pequeño archivo por causa de una pelea, nada grave, pero suficiente para interrogarle ante un acto brutal en el pueblo. Además, Kenny vivía  muy cerca del lugar del crimen. Pero enseguida se descartó su culpabilidad, pues la mañana del asesinato, él estaba precisamente en el juzgado por un pequeño problema, y un oficial de policía le vio allí. Pero dos años y medio después, con el crimen todavía sin resolverse, una agente de policía llegó, y lo detuvo por asesinato. En el juicio, la ex novia de Kenny, y otros sujetos,  testificaron en su contra. Según se supo años después, mintieron, motivados por el despecho amoroso y algunas amenazas policiales. Así fue como Kenny Waters fue enviado a prisión y condenado a cadena perpetua. "Cuando escuché el veredicto no me lo podía creer”.  Con el pasar de los años, y desesperanzado porque no veíamos salida, Kenny trató de suicidarse muchas veces. En una de las visitas que Betty hizo a su hermano, tratando de convencerlo de que no se quitara la vida, Kenny le propuso: "¿Por qué no te conviertes en mi abogada?". Para Betty, que trabajaba  en un bar, y que ni siquiera tenía el bachillerato terminado, la idea era una locura. Recuerdo que le dije que, incluso aunque lo lograra, iba a tardar muchos años en conseguirlo. Pero él me respondió que no le importaba, siempre y cuando mantuviera la determinación y le sacara de prisión. Al final me convenció y realizamos una promesa mutua. Ambos lucharíamos por el mismo objetivo, señala Betty Anne. "Yo voy a la universidad y tú te mantienes vivo", le respondió Betty a su hermano. Betty Anne Waters estudió derecho en la Universidad Roger Williams, en el Estado de Nueva Inglaterra, y logró graduarse al tiempo que criaba a sus dos hijos prácticamente sola. Fue mientras estudiaba que supo de la organización “The Innocence Project” y su método de ADN. Pero el verdadero milagro fue encontrar las pruebas, guardadas en una caja perdida en el fondo de un almacén del juzgado. Solo su perseverancia hizo que los funcionarios encontraran ese salvavidas para Kenny. Dentro de la caja reposaban todas las pruebas que ayudaron a comprobar que Kenny era inocente. Y así, 18 años después, fue liberado. Esta mujer no ha vuelto a ejercer de abogada. Sigue trabajando en el mismo lugar como  mesera. Ella dice: "Mi hermano tenía mucha fe en mí. Gracias al amor entre nosotros, ninguno de los dos nos dimos por vencidos. Verdaderamente no existe nada imposible si estamos juntos".
Esta historia es un claro ejemplo de que nada es imposible para aquellos que permanecen unidos. No importa cuán difícil parezcan los retos, tan solo necesitamos apoyarnos los unos a los otros. El poder del amor es mucho más grande que nuestras adversidades, y abre para nosotros las puertas que parecían estar selladas. No perdamos la esperanza. Aun queda mucho por recorrer. Así que anímate, pues la bendición llegará a ti cuando menos lo esperes. ¡Que Dios te de un Feliz Día!   Any Aular

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