Los Zapatos Que Crecen

Kenton Lee, un voluntario que trabajaba con niños huérfanos en Kenia, inventó un zapato que se puede agrandar 5 tallas, y así cuenta él su historia. “A veces un pequeño cambio puede transformar una vida, o miles de ellas. Viajé a Kenia en 2007 para  participar como voluntario ayudando a niños huérfanos durante seis meses. Cuando estuve allí pude observar que la gran mayoría de los niños estaban descalzos o llevaban zapatos varias tallas más pequeñas. Un día, mientras iba a la iglesia, me topé con una niña de unos seis años que llevaba unos zapatos tan desgastados y pequeños para ella, que sus dedos asomaban por la punta. En ese momento se me ocurrió que sería genial tener zapatos que se adapten al crecimiento de los niños, que crecieran una talla a medida que el niño crece. Las consecuencias de ir descalzo en África son terribles, desde parásitos en la piel de los pies y las uñas hasta rasguños que se infectan y pueden acarrear enfermedades. Esto me inquietó de tal manera que cuando volví a mi casa en Nampa, Idaho, comencé a poner sobre el papel el diseño del zapato. Yo no soy zapatero ni tengo experiencia en este tipo de negocio, así que decidí contactar con gente de la industria. Llevé mi idea a las principales marcas de zapatos de Estados Unidos pero me rechazaron. En 2008 creé la organización benéfica “Because International”, como plataforma del “Zapato que Crece”, y justo ese mismo año una empresa de zapatos llamada, Proof of Concept, que ayuda a causas sociales, aceptó fabricar el primer prototipo del zapato. Se trata de una sandalia, porque es más práctico allí. Así que su grupo de expertos tuvo en cuenta esto a la hora de crear el prototipo. La sandalia se puede usar durante cinco años y tiene dos tallas, una para niños de 4 o 5 años hasta los 10 años de edad y otra talla que abarca desde los 10 hasta los 15. El primer lote de 3.000 se envió el año pasado a Ruanda y Kenia, y ahora estamos preparando la siguiente, que ha aumentado a 5.000. Como dependemos de donaciones, no podemos enviar tantos zapatos como desearíamos, pero espero que la popularidad que ha recibido en los últimos meses esta causa, ayude a enviar más zapatos. Ahora el número de solicitudes del zapato en los Estados Unidos es tan grande, que estamos creando un prototipo más cerrado que se pueda usar aquí. Los niños no paran de crecer, eso es así en Kenia y en cualquier otro país y supone un gasto tremendo para cualquier familia en el mundo. No puedo creer que un ser humano común como yo, haya podido revolucionar al mundo de esta forma, por tan sólo tratar de ayudar a todos esos niñitos”. Kenton Lee
En realidad, no hay mucho que agregar a ésta historia. Tú y yo podemos generar enormes cambios en nuestra sociedad, y en el mundo, si tan sólo nos enfocamos un poco más en las necesidades de los demás, y nos olvidamos un poquito de nosotros mismos. No es fácil, pero tampoco imposible. Deja que el amor y la compasión fluyan a través de ti, y te sorprenderás. ¡Que Dios te de un Feliz Día!    Any Aular

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