Una cinta verde en navidad
Mi padre, de origen irlandés, ya no estaba con
nosotros. Él era el abuelo favorito de mis hijos, y era maravilloso con ellos. Esta
iba a ser la primera Navidad sin su presencia. Yo les expliqué a mis niños, que
su abuelo no desearía que estuviéramos tristes durante las fiestas. Mi padre
era un hombre muy alegre, y le encantaba convertir casi todo lo que pasaba en
una razón para celebrar y preparar una fiesta. Entonces le dije a mi hija
mayor, Catie, que quizás sería hermoso hacer algo para honrar su memoria. Todos
nos pusimos a pensar. De repente Catie dijo: “Podríamos envolver cada regalo
con una cinta verde, ya que la bandera de Irlanda tiene ese color, y mi abuelo
repetía con frecuencia, cuán dichoso se sentía de ser irlandés”. A todos nos
pareció una buena idea, así que salimos y compramos varios rollos de cinta
verde, y se las pusimos a todos los regalos que estaban debajo del árbol. Se
veía hermoso, era como si el abuelo estuviera allí con nosotros, celebrando. El
día de Navidad, temprano por la mañana, Catie salió a admirar la nieve que caía
suavemente. Fue entonces que, en tono de sorpresa, me llamó diciendo:"¡Mamá
ven rápido, tienes que venir a ver esto!". Cuando salí, Catie señaló al
pino más alto del jardín, y allí, en la rama más alta, había una cinta verde brillante
que ondeaba con la brisa, como una bandera. No podíamos creerlo. Entonces
entendimos que Dios nos estaba diciendo, que a pesar del dolor de la pérdida, siempre
debemos tratar de encontrar motivos para celebrar la vida.
Esta historia nos habla de la vida, de esperanza, de
alegría, de sueños, de no rendirse, y de seguir luchando aún cuando las
circunstancias que nos rodean no sean las mejores. Recordemos que la felicidad
depende de nosotros, y no de lo que esté pasando a nuestro alrededor. En esta
historia, nos damos cuenta de la forma en que Dios consoló a ésta familia. Y
como, a pesar de la pérdida de uno de sus miembros, ellos encontraron la forma
de celebrar la Navidad, en lugar de hundirse en la tristeza. Nuestra vida
siempre estará llena de altos y bajos, eso es algo que nadie puede cambiar.
Pero sí podemos hacer algo para que los valles llenos de tormentas también
brillen. El secreto se encuentra en nuestra actitud. La felicidad es una
decisión que tomamos cada día. Hagamos un esfuerzo, y tratemos de encontrar
motivos para sonreír y celebrar. Pongamos a un lado lo que nos divide y
enfoquemos nuestras vidas en aquello en lo que coincidimos. ¡Que Dios te de un
Feliz Día y una Maravillosa Navidad!
Any Aular
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