La podadora
La amistad entre mi vecino, Vance
y yo, comenzó con la muerte de mi cortadora de césped. La vendí como baratija y
comencé a buscar otra. Un buen día, mirando a través de la cerca, reparé en la
cortadora de césped de mi amigo, y para mi sorpresa, él accedió a prestármela. Para ser honesto ninguno de los dos era un
verdadero ejemplo de la amistad. Un sábado, en el que Vance había salido de
viaje, necesitaba desesperadamente podar la grama, así que con cuidado entré a
su jardín y tome sigilosamente la cortadora. Por alguna razón que no recuerdo,
estaba apurado ese día y, sin querer, la
pase por encima de la acera y se dañó por completo. Así que la lleve con
cuidado al mismo lugar de donde la había tomado. Luego me fui en un viaje de
negocios por cinco días. A mi regreso, Vance me estaba esperando. Cuando estacioné
mi auto me pidió que lo siguiera. Fue entonces que me llevó al patio trasero,
en la esquina de la acera donde se había roto la podadora. El lugar estaba rodeado
por una cinta amarilla como las que coloca la policía que dice:”Línea policial,
No Pase”; y en el suelo, en pintura blanca, estaba el dibujo de lo que alguna
vez fue la cortadora de césped. Con una sonrisa en el rostro me dijo: Tenemos
un Sospechoso… Para mi sorpresa me llevo a un rincón del patio y me mostró el
lugar en donde había enterrado a nuestra víctima. No es difícil entender porqué
somos los mejores amigos hoy en día. Si necesito un consejo, una buena risa o
alguien que me escuche, llamo a Vance. Vance sabe cómo practicar el fino arte
del perdón. Phil Callaway.
Seamos cuidadosos con nuestra forma de tratar a
los demás. Recordemos que lo más importante no es tener amigos, sino encontrar
el secreto para conservarlos. Una buena relación como padres, parejas, hijos y vecinos,
nos fortalecen y nos ayudan a crecer; asimismo, constituye la base para una vida
más interesante, más rica, más hermosa. Todos aprendemos de la experiencia de
quienes nos rodean. El mundo funciona alrededor de las familias y a través de
la interacción que se plantea en nuestros hogares, en nuestro círculo social y
en nuestros sitios de trabajo. Nos necesitamos para emprender proyectos, para construir
familias, para encontrar progreso, necesitamos de alguien que nos aliente, que
nos anime, que nos conforte, que nos entienda y que nos perdone. No busquemos
la perfección de las personas, acerquémonos a ellas con el corazón lleno de
amor y comprensión y con la liberadora fuerza del perdón. ¡Que Dios te de un
Feliz Día! Any Aular
Comentarios
Publicar un comentario