El Ciego Milton
Por allá en el año
1666, un alto empleado político de Inglaterra quedó ciego, y reducido a una extrema
pobreza. Se llamaba John Milton (Londres, 1608- 1674). Poeta inglés, su padre,
un notario apasionado por la música, le animó a estudiar las lenguas clásicas,
el hebreo y el italiano. Sus tratados políticos fueron consultados para la
redacción de la Constitución de los Estados Unidos de América. Poéticamente,
Milton es una de las figuras más importantes del panorama literario inglés,
siendo en ocasiones situado al mismo nivel que Shakespeare. Milton fue un
humanista cristiano que consiguió armonizar en sus obras la experiencia vital
con la meditación y la disciplina moral y artística. Al quedar ciego se
desesperó, pero después se propuso hacer suyo el antiguo principio que dice:
“Es así. Ya no puede ser de otra manera. Por lo tanto hay que aceptarlo”. Y ya
que sus ojos no le permitían ver, se propuso sacar todo el fruto posible de su
cerebro y de su memoria, y fue componiendo y dictando a su mujer y a sus hijas
un poema, que iba vendiendo por páginas a un editor, y con ese dinero lograba
sobrevivir. Y de ahí nació la famosísima obra titulada El Paraíso perdido
(1667), la más lograda poesía cristiana heroica y una de las obras cumbres de
la poesía inglesa de todos los tiempos, que ha hecho célebre a su autor y
conserva su nombre por siglos y siglos. He aquí el caso de un hombre, que en
vez de dedicarse a llorar inútilmente por una desgracia sucedida, se propuso
sacar bienes de sus males, y los consiguió en gran abundancia.
Las adversidades sacan lo mejor de nosotros, y ponen
de manifiesto los talentos y virtudes que tenemos y que, hasta el momento,
desconocíamos. Si un problema te deja la ceguera de la tristeza, y te impide
avanzar de la manera en que acostumbrabas, no te desanimes, existen mil y una
formas de hacerlo. Tú y yo tenemos el potencial para triunfar, pues somos hijos
de Dios, quien nos bendijo con dones para poder seguir adelante. No veamos
nuestras adversidades como impedimentos, veámoslas como otras oportunidades para crecer y ser felices. No tengas miedo de
lo desconocido, tan sólo conquista, cambia, y transforma tu realidad en una
nueva vida, en una nueva forma de ser feliz. ¡Ánimo y Adelante! ¡Que Dios te de
un Feliz Día! Any Aular
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