Con Una Sonrisa En Sus Labios
Mi esposo, mi nieto
y yo estábamos almorzando un día, cuando de repente mi nieto pide agua y se
levanta con el vaso de vidrio y, sin querer, se le cae en el piso rompiéndose.
Como casi todos los vasos en la casa se han ido rompiendo se me ocurrió comprar
unos nuevos y lo hice por internet. Allí había una dirección y un número de
teléfono. La persona que vendía se llama Marianela. Así que mi esposo y yo nos
dirigimos a ese lugar. Era una casa con un portón. Al llegar allí la llamo y me
dice que ella está en cama, que ruede el portón y me estacione. Así lo hicimos.
Luego me indicó dónde estaban las llaves de la puerta y me dijo que abriera y
pasara. Cuando mi esposo y yo entramos nos quedamos sorprendidos. Allí estaba
una mujer de aproximadamente 45 años acostada en cama con un par de muletas a
un lado, muy sonriente. Era Marianela. Ella tiene 20 años parapléjica por un
accidente automovilístico. Su esposo murió y vive con su hija y su nieto de 1
año. Tiene una pierna rota pero se acostumbró a vivir así y no se ha operado.
Ella trata de molestar lo menos posible y se ha hecho autosuficiente vendiendo
lo que no usa por internet. A un lado de su cama tiene un mueble con una cocina
eléctrica de una hornilla y comida. Tiene una jarra con agua y algunas otras
cositas. Ella misma nos preparó café y estuvimos hablando como una hora. Tiene
una inmensa fe en Dios que es lo que la mantiene alegre y optimista a pesar de
su condición. Es un verdadero ejemplo. Aracelis Oñate
A
veces creemos que nos está ocurriendo lo peor, que nuestras dificultades son
las más grandes, ignorando que hay quienes viven situaciones mucho más
difíciles y a pesar de todo están alegres, y continúan con su vida. Si estás
atravesando por dificultades, acuérdate de Marianela, que está confinada a una
cama y que aún así no ha perdido el amor por la vida. Ella perdió también a su
esposo pero aún así encontró la forma de seguir. El secreto: Dios. No dudes en
acudir a Dios en oración y de hablarle de tus adversidades. Acércate a tu Padre
Celestial y Él te sustentará sin importar cuán mal se vean las cosas. No temas.
Ten esperanza. Anímate y sigue adelante, porque sólo quienes no se dan por
vencidos triunfan. ¡Que Dios te de un Feliz Día! Any Aular
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