Un Angel En El Autobus


Me senté en el mismo asiento de siempre en el autobús escolar que nos llevaría a casa. Siempre era la primera en subir, y siempre estaba sola, no tenía amigos en secundaria. En cambio los demás jóvenes entraban hablando con alguien. No importa cuánto hubiera rogado a Dios por un amigo, no tenía a nadie. De repente un joven se sentó a mi lado. Me dijo que se llamaba Jack y que siempre me veía sola. Jack no paró de hablar hasta que se bajó en la parada de la iglesia de nuestra localidad. Esa semana la pasé genial con Jack en el autobús. Siempre teníamos un buen tema del cual conversar. Pero a la semana siguiente mi nuevo amigo no apareció. A esas alturas ya estaba acostumbrada a hablar mientras el autobús nos llevaba. De repente sentí una vocecita que me decía que hablara. Me atreví a conversar con una muchacha llamada Valentina que se bajaba en la misma parada que Jack. Le pregunté por mi amigo, pero ella me dijo que no conocía a ningún Jack y que nunca lo había visto. Tratando de resolver el misterio, nos hicimos amigas. Pregunté a otros por Jack, pero nadie lo había visto. Para ese momento ya había hecho varios amigos y no me sentía tan sola. Jack jamás volvió a aparecer. Ahora sé que fue un ángel que Dios me envió y le estoy sumamente agradecida porque su presencia cambió mi vida en la secundaria. Abbey Ferguson
Dios usa las maneras más increíbles para transformar nuestras vidas y darnos lo que necesitamos. Él no tiene límites. Así que cualquiera sea la situación difícil que estemos atravesando, tengamos la plena confianza de que si acudimos a Dios, Él nos responderá, y hará brillar nuestras vidas como nunca lo habíamos imaginado. No dudemos. Confiemos en nuestro Padre Celestial. Él hizo todo lo que vemos de la nada. No hay nada imposible para Él. Seamos optimistas y comencemos este día con alegría. ¡Que Dios te de un Feliz Día!   Any Aular

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