El Rey de Wirani

Había una vez un rey sabio y poderoso que gobernaba en la remota ciudad de Wirani. Era temido por su poder y amado por su sabiduría.
En la ciudad había un pozo de agua fresca y cristalina, y de ella bebían todos los habitantes, incluido el rey y los cortesanos.
Una noche en la ciudad, una persona malvada derramo unas gotas de un extraño líquido en el pozo y dijo: De ahora en adelante todo el que beba de esta agua se volverá loco.
Al día siguiente todos los habitantes de la ciudad, salvo el rey y sus consejeros, bebieron el agua y enloquecieron. Y durante aquel día toda la gente que vivía en aquel lugar no hacia sino susurrar en las calles estrechas y en las plazas públicas: El rey está loco. El rey y sus consejeros han perdido la razón. No podemos ser gobernados por un loco. Es preciso destronarlo.
Aquella noche el rey pidió que le llenasen un vaso de oro con el agua del pozo y bebieron él y sus consejeros.
Entonces hubo gran regocijo en la ciudad de Wirani porque el rey y sus grandes consejeros habían recobrado la razón.                                            Jalil Gibrán
Es evidente que así está la humanidad… el rey eres tu, y muchos de los que te rodean dirán que estás loco tan solo porque no aceptas sus ideas, porque no sigues la moda, o porque no te rebelas contra los principios morales que han sido sembrados en tu corazón.
El agua del pozo está contaminada… los medios de comunicación en su mayoría deforman nuestra mente para poderla manipular, creando en nosotros la necesidad de consumir o de adquirir algún bien innecesario.  Estimulan la violencia, el odio y la desobediencia a los padres.
A nivel mundial, algunos líderes políticos y religiosos actúan contrariando lo que proclaman en sus doctrinas o en sus discursos…solo para que no digan que están “locos”.
La mejor defensa ante esta locura es volvernos y revisar quienes somos y que deseamos ser, y asumir con convicción nuestro papel en este planeta: Dar siempre un buen ejemplo… y no criticar a los demás. Solo atrévete a marchar por el buen camino y la luz de tu ejemplo podrá alcanzar a otros para que dejen de beber de ese pozo. ¡Que Dios te de un feliz día!   Any Aular 

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