Todo Está Preparado

Después de dos horas y media en la carretera, y con 200 kilómetros por recorrer, sentía un intenso dolor en mi cuello. Así que me detuve en el área de descanso cercana y empecé a masajear mis hombros. Un auto se detuvo en el lugar, junto a mí. Eché un vistazo al conductor, y para mi sorpresa era Josefina, una amiga. A sus ochenta años era todavía fuerte: poseía un espíritu brillante y siempre estaba dispuesta a ayudar. Ella iba en la misma dirección. Al mencionarle mi problema en el cuello,  insistió en darme un masaje en el hombro. Salimos de nuestros coches. Con el masaje en el cuello me sentía bien, pero a los pocos segundos, Josefina se detuvo abruptamente. Su rostro se puso pálido y ella se apoyó en el carro, y casi se cayó. La sujete con mis brazos y grité por ayuda. Una joven, que también se había detenido a descansar, corrió hacia nosotros. "¿Qué pasó?", preguntó."No sé", le contesté. Ella se debilitó y comenzó a desmayarse. "¿Es ella diabética?". Josefina  dijo con voz débil: "Bueno, no estoy tomando ningún medicamento, me la acaban de diagnosticar." La mujer rápidamente sacó una botella de jugo de naranja de su coche. Ayudamos a Josefina a sentarse y le dimos la bebida.  Pronto regresó a la normalidad. Resultó que la joven era enfermera y trabajaba con este tipo de pacientes. "Es maravilloso que su amiga no estaba en la autopista cuando esto pasó, pues hubiera sufrido un accidente fatal", dijo la muchacha. En cambio, Josefina estaba aquí conmigo, a 200 kilómetros de su casa, dándome un masaje en el hombro que le había impedido estar exactamente donde planeaba estar. Su inquietud por ayudarme le había salvado la vida.
Nada es casualidad en la vida, todo tiene un  por qué. Todo está cuidadosamente preparado por Dios para traernos un bien. Y cuando ayudamos a otros recibimos mucho más, como pasó con Josefina; pues ella hubiera muerto si no se hubiera detenido a tratar de dar alivio a su amiga. Así que todos somos parte de la historia de alguien más, todos estamos unidos a través de nuestras pruebas, por lo que somos en parte responsables de lo que le sucede a nuestro prójimo. Así que no te desanimes en medio de tu problema, pues alguien más necesita de ti, y lo más probable es que ayudando, encuentres una salida para tu vida. Vivimos en un mundo de vidas entretejidas, y eso da un maravilloso sentido a nuestra existencia, pues es reconfortante saber que alguien allá afuera, está esperando por ti sin siquiera sospecharlo. Vivamos la vida para alguien más hoy y lo habremos ganado todo. ¡Que Dios te de un Feliz Día!                     Any Aular

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