Ten cuidado con lo que piensas

A continuación expresamos algo que muy pocos conocen.  Se trata de hacer un esfuerzo usando nuestra voluntad y disciplina para cambiar  el mundo. Esto no es religión sino fe...
Está demostrado por científicos de varias nacionalidades que tanto lo "bueno" como lo "malo" que en gran parte sucede en el mundo es producto de lo que admitimos en nuestra mente, de nuestra actitud. En un experimento que se realizó en una ciudad norteamericana se demostró que el optimismo puede cambiar todo positivamente. A través del pensamiento de 4.000 personas que se juntaron para pensar en positivo, se logró disminuir el porcentaje de criminalidad en 35% en ese verano… Esto no es otra cosa que la verdadera oración.
A Teresa de Calcuta la invitaron varias veces a marchar en contra de la guerra y ella contestó: -Invítenme a marchar a favor de la paz y yo iré, pero no me nombren esa palabra.
Es decir, le damos poder con nuestro pensamiento y/o con nuestras palabras -para bien ó para mal- a todo. Mientras más ponemos nuestra atención en la inseguridad y las tinieblas, más poder les damos.
No se trata de ignorar, ni de aislarse de la realidad. Se trata de sintonizar tu mente y tus deseos con Dios diciéndole: -Quiero la paz y la tranquilidad en mi vida, en mi  hogar, en mi ciudad, en mi país, en el mundo... Benditos sean. Solamente eso. No hables mal, ni te envenenes con algunas noticias, solo dile a Dios tu oración.
Si no lo crees no importa, igual te invitamos a pensar tantas veces como quieras, en el día y en la noche, positivamente. Todo el tiempo que utilizas en pensar y criticar a los otros ahora utilízalo a tu favor: piensa en la paz. Nuestra lucha no es contra los hombres, sino contra las tinieblas. Sí, ya se, dirás: pero si no hacemos algo las tinieblas prosperaran. No, eso no sucederá porque las tinieblas no pueden vencer la luz, nada puede más que la Luz que es el amor de Dios. La oscuridad caerá siempre derrotada ante esa Luz. 
Somos lo que pensamos y así también sucede con lo que nos rodea. Nuestros pensamientos son clave en lo que obtenemos para nosotros y para quienes nos rodean. Dejemos a un lado los temores, el pesimismo, las tristezas, las preocupaciones y busquemos la alegría, el optimismo, la esperanza, la fe… Permanecer en la luz es pensar en las buenas posibilidades que tendremos ante cualquier reto, en la fuerza y el vigor que Dios nos da cada día con cada amanecer. Lo que importa es ver las cosas no como son sino como deben ser. ¡Que Dios te de un Feliz Día!                  Any Aular (any.aular@hotmail.com)

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