SIN QUEJAS

La poeta estadounidense Maya Angelou recuerda que su abuela Annie Henderson, tenía una tienda en el pueblo de Arkansas donde ella vivió de niña y que la hacía acercarse cada vez que cierto cliente gruñón entraba a comprar algo. La señora lo saludaba diciendo ¿cómo está usted?, y el cascarrabias invariablemente se quejaba del calor o de lo mucho que le faltaba por arar. Entonces la abuela volteaba a ver a Maya y se cercioraba, con una seña, de que le estuviera escuchando. Angelou, quien hoy en día es escritora, maestra, productora y directora, tiene bien presente lo que Annie le decía cuando parroquianos como aquel se marchaban: "Escucha hija, hay personas que anoche se fueron a dormir y ya no van a despertar. Esos muertos darían cualquier cosa con tal de poder disfrutar de este bendito calor o de trabajar la tierra, aunque sólo fueran cinco minutos. Por eso, no te quejes. Si algo no te agrada, cámbialo, y si no está en tus manos hacerlo, cambia tu forma de verlo".

La queja es un problema que tenemos en común todos los seres humanos, y no nos percatarnos de que influye negativamente en nosotros, en el ambiente y en quiénes nos rodean. Es cierto que están sucediendo muchas cosas malas, pero también es cierto que existen muchísimas cosas buenas que nos rodean. Hay mucho que hacer, así que deja de perder el tiempo quejándote, y mira a tu alrededor, observa con detenimiento y con tu corazón y te darás cuenta de que tu puedes ser parte del cambio que tanto anhelas. Los problemas son un desafío, un reto que Dios ha preparado para que reacciones y hagas algo por los demás y, para que nos demos cuenta de que tenemos dones y talentos y que todos somos capaces de ayudar para hacer de nuestro entorno un lugar agradable donde vivir. Así que cuando el sol de mediodía esté muy caliente, alégrate porque eso significa que estás vivo, que tienes un día más para disfrutar, reír o llorar, cantar, comer y sonreír. Así que mira al sol todos los días por un instante y agradece a Dios porque estás disfrutando un día más de vida. Recuerda que ese sol te está diciendo: tienes un día más de vida y puedes remediarlo. ¡Que Dios te de un feliz día!   Any Aular

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