La felicidad está muy cerca de ti
Empecé a trabajar como escritora en una revista,
hace un poco más de tres años, al mismo tiempo en que la empresa se estaba
mudando de una zona periférica, al centro de Manhattan, en Nueva York. Muchos
de mis colegas habían estado en la antigua oficina durante 10 años o más. Así
que había mucho que empacar y mucho que tirar a la basura. Mis nuevos
compañeros de trabajo fueron muy amables y generosos conmigo. Todo el mundo
trataba de darme muchas de sus cosas. Un día, la Directora Ejecutiva, me regaló
una chaqueta de color amarillo que había encontrado en su oficina durante la
limpieza. Pensé que probablemente la había comprado hace mucho tiempo y no le
quedaba."Es de la colección de ropa de J. Crew", me dijo, “Pensé que
te gustaría". Lo puse a un lado, junto con la nueva lámpara y las demás
cosas. Una vez que nos mudamos a las nuevas oficinas, guardé la chaqueta
amarilla en uno de los cajones de mi escritorio, y me olvidé de ella. Hace dos
meses, yo estaba limpiando mi escritorio y la vi de nuevo. Permanecía intacta y
todavía se veía hermosa, incluso después de tres años de estar allí. Me la llevé
a casa y la lavé, y luego me la probé. Me quedaba mejor que cualquier otra
chaqueta que había tenido, y lo más insólito era que combinaba perfectamente
con toda la ropa que tenía en mi closet. De hecho, se me ve tan bien, que la
uso al menos una vez a la semana. Y cada vez que lo hago, todos hacen
comentarios y cumplidos muy hermosos. Realmente es bella, y yo la tuve
abandonada en un cajón de mi escritorio todo ese tiempo, cuando hubiera podido
estarla luciendo y disfrutándola tanto como lo hago ahora. Esto me llevó a
pensar que a veces uno pasa por alto los regalos que Dios ha puesto frente a
nosotros, y allí están, a la espera de que hagamos uso de ellos para ser
felices. A veces están más cerca de lo que uno piensa, justo debajo de nuestras
narices.
Ésta historia habla de una gran verdad. Muchos de
nosotros hemos perdido casi toda la vida buscando la felicidad. Erróneamente
creemos que se encuentra muy lejos. A veces creemos que el secreto está en el
dinero, o en las posesiones, o la ropa de marca... Pero la verdad es que la
felicidad no se trata de tener más, sino de saber apreciar más a quienes
tenemos a nuestro alrededor, y de ser agradecidos por lo que poseemos. Este
cambio de actitud es el secreto. Así que mejor será que saques esa “chaqueta
amarilla del cajón”, para que tu vida cobre sentido, y empezarás a brillar.
¡Que Dios te de un Feliz Día! Any Aular
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