El Milagro de la Amistad
Mi historia ocurrió en 1943 cuando tenía 13 años de edad. No teníamos mucho, por lo que al crecer, mi papá laboraba en una gran cantidad de puestos de trabajo. Nunca nos faltó qué comer, pero nuestra vida estaba llena de sacrificios. Y de repente comenzó la Segunda Guerra Mundial. Papá se enlistó, razón por la cual, mi madre tuvo que ir a trabajar en la planta de la defensa local, en el área del embalaje de piezas destinadas para aquellos que estaban luchando en el extranjero. Como quedé sola en casa, aprendí a cocinar y ayudar en los quehaceres. Yo me encargaba de todo en el hogar, mientras mamá trabajaba duro en aquella fábrica. Recuerdo que cada noche llegaba exhausta, comía y enseguida se dormía. Se acercaba la Navidad, y era el primer año que papá no estaría con nosotras, así que me preguntaba que haríamos para esas fechas con tanta escasez, y además me parecía que no teníamos que celebrar, ya que mi madre y yo estábamos solas. Sus parientes vivían en las cercanías de Greenvi